Somos animales sociales, animales que para asegurar su supervivencia tuvieron que aprender a cooperar socialmente. Yuval Noah Harari afirma:
“No basta con que algunos hombres y mujeres sepan el paradero de los leones y los bisontes. Para ellos es mucho más importante saber quién de su tropilla odia a quién, quién duerme con quién, quién es honesto y quién es tramposo.”
El desarrollar del lenguaje nos permitió “chismear”, comprimiendo numerosos datos de sociabilidad para comunicarnos más eficientemente.
Sin embargo, a pesar de que el chisme nos ayuda a la efectividad de la comunicación al usarlo positivamente, definitivamente hoy por hoy no estamos luchando con tigres o neandertales para asegurar nuestra supervivencia. En este documento entenderemos al “chisme” como la Real Academia de la Lengua Española lo define.
Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.
Los chismes reducen la ansiedad del grupo, se vuelve una forma de compartir riesgos y actúa como lubricante ansiolítico, permitiendo sentir cierto control a los colaboradores. Al compartir el chisme, el sentimiento colectivo es: "Todos estamos igual" . El chisme cohesiona al colectivo, proporciona una protección para soportar la tensión social.
El Chisme en la Empresa
Una de las características principales que definen al chisme es su incapacidad de actuar como verdad . La naturaleza del chisme es hablar del otro con el fin de destacar sus elementos negativos. Así es como el chismoso se convierte en una fuente de información falsa, ya que carece de elementos que sustenten, argumenten y confirmen la veracidad de lo dicho. El chisme se sustenta por la confianza que se tenga en el comunicador, no en lo comunicado.
En definitiva, cuando recibimos y difundimos un rumor nos encontramos ante una muestra tangible de los miedos que configuran nuestra vivencia social. Es más razonable y provechoso intentar entenderlos que investigar o juzgar su supuesta veracidad, porque esto último no sirve de nada.
Esto nos deja claro, que en una empresa donde la comunicación resulta una variable indispensable para el cumplimiento de objetivos, coordinación de personal, trabajo en equipo, cultura organizacional y medición de desempeño; constantemente trabaja para mejorar constantemente la comunicación buscando siempre la asertividad.
Cuando la empresa tiene claro que la comunicación es un activo importante, de manera consciente o inconsciente todos buscan (dentro de sus posibilidades) que perdure con la finalidad de asegurar los procesos y el ritmo de trabajo. Los individuos confían en el grupo, la confianza se vuelve otro activo, quizá más importante que la comunicación misma.
Una empresa en la que los rumores no dejan de correr como la pólvora es una empresa cuyos directivos no saben gestionar la comunicación interna.
Por lo anterior, podemos decir que el "chisme" per se, sería algo que las empresas repudiarían, y los directivos aún más. El directivo, manager o líder de equipo no debería dejar que información probablemente falsa sea tomada en cuenta en las decisiones, y debería trabajar para eliminar cualquier forma de comunicación falsa y con pretensiones negativas se distribuya por las venas de la empresa, contaminando a las personas, los procesos y a los equipos.
Esta influencia, es negativa, ya que los rumores llevan a condicionar negativamente el comportamiento de los demás ante alguien o la institución, sin tener en cuenta la información objetiva. Seis de cada 10 ejecutivos señalan que conocen casos cercanos en el que un rumor afectó el desarrollo profesional de alguien.
El chisme se vuelve un cáncer, que invade a la organización y si no se detiene o elimina a tiempo, puede destruirla. Las empresas son organizaciones sociales que necesariamente forman personas, y si las personas son víctimas de las consecuencias de los chismes, indudablemente se irán de la empresa por el ambiente tóxico de trabajo. Y los individuos que resistan y sean vulnerables a esta toxicidad, estarán más preocupados y dedicarán más tiempo y energía a protegerse de estos chismes, en lugar de alcanzar los objetivos de la empresa.
Todos los afectados viven la empresa en una situación de precariedad permanente, con una espada de Damocles invisible sobre la cabeza que no pueden evitar y cuyo impacto es independiente de la calidad del trabajo que realicen. No es de extrañar que con este estado de motivación los empleados acaben con la típica actitud del «limitarse a cumplir y hacer lo justo», y que la organización se resienta de ello.
Según el estudio “Rumores de Oficina” elaborado por Jorge Velaochaga, director ejecutivo de Transearch, el 40.4% son considerados un síntoma de un problema mayor dentro de la organización. Y un 30.4% considera que hablan de una cultura organizacional negativa o deficiente.
Dedicar tiempo al chisme en el trabajo es dejar de producir y eso significa hacer perder dinero a las empresas que pagan un salario. Muchos gerentes prefieren no actuar cuando saben que existe gente chismosa en el trabajo o participan en él, afectando la moral de los empleados y provocando una cultura tóxica.
El chisme aparece cuando en un tema de alta implicación para los empleados de la empresa no hay información oficial, ni canales de comunicación oficiales, o cuando definitivamente no existe la comunicación y/o información dentro de la empresa, habitualmente de sucesos que el personal detecta pero el director se rehúsa a externar.
Podríamos afirmar que la aparición de chismes es directamente proporcional a la distancia entre el director o fundador y los empleados. Esta distancia crece cuando la empresa tiene equipos en todo el planeta, sin embargo con las herramientas tecnológicas que utilizamos para el trabajo remoto resulta casi imposible que el director de un equipo se separe de su equipo de trabajo.
Aunque esto puede pasar si el fundador o director de la empresa tiene otros intereses fuera de la empresa, tiene nulos conocimientos de management, por inseguridad y baja autoestima, o por el egoísmo de creer que el debe tener la información y el control supremo.
Pocos chismes aparecen en las empresas cuyos empleados ven cada día al jefe o al propietarios.
Cuando un fundador, directivo o líder detecta una distancia entre él y su equipo de trabajo (y en consecuencia con su empresa), es necesario que tenga la humildad de aceptarlo y designar un líder que tenga las habilidades, conocimientos y visión para dirigir la empresa.
En un estudio de 460 nuevas empresas o startups estadounidenses, encontró que, en promedio, aquellas en los que los CEO fundadores seguían siendo los principales tomadores de decisiones eran menos valiosas que las empresas gestionadas por CEO externos. Dicho en palabras llanas, las habilidades necesarias para inventar un nuevo producto o servicio son distintas a las que se necesitan para administrar un negocio, y pocas personas poseen ambas.
Referencias
Asale, Rae -, and Rae. “Chisme: Diccionario De La Lengua Española.” "Diccionario De La Lengua Española" - Edición Del Tricentenario, dle.rae.es/chisme.
Galí, Josep Maria. “El Rumor En La Empresa.” Farmacia Profesional, Elsevier, 1 Jan. 2006, www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-el-rumor-empresa-13084096.
Harari, Yuval N., et al. Sapiens: De Animales a Dioses: Breve Historia De La Humanidad. Debate, 2017.
Journal, Escrito por Management. “53% De Ejecutivos Considera Que Hay Una ‘Cultura De Chisme’ En Su Empresa.” Management Journal, www.managementjournal.net/top-management/53-de-ejecutivos-considera-que-hay-una-cultura-de-chisme-en-su-empresa.
“Saber Frenar El Chisme ? Mejora La Productividad ? De Los Trabajadores.” Bumeran Blog | Tu Mejor Aliado Para Encontrar Trabajo?, 8 Feb. 2021, www.bumeran.com.pe/noticias/saber-frenar-el-chisme-mejora-la-productividad-de-los-trabajadores/#:~:text=Una de las prácticas más,en toda una verdad especulativa.
“¿Un Fundador Puede Ser Un Buen CEO?” Expansión, 15 Feb. 2016, expansion.mx/emprendedores/2013/02/07/cuando-un-fundador-dirige-la-compania.
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